El río silencioso

El río silencioso

El título de esta composición es también el de una de mis publicaciones del año 2021. Se trata de una recopilación de poemas dedicados a Siena, a los sieneses y a la Reina de la Ciudad. Espero que sean textos apreciados, ya que no es fácil para mí, que no soy sienés, expresar impresiones, sentimientos y conceptos sobre la capital del Chianti. Ella fue elevada en honor a la Virgen y Madre, con sus tradiciones que se remontan a la noche de los tiempos. La más famosa y conocida de ellas es el Palio.

Como decía, esta recopilación con versos de ritmo libre es la que he elegido como título de mi homenaje personal a Siena y a los sieneses.
Viviéndolas en primera persona, hay sensaciones que
quedan dentro de nosotros y que, a pesar de todo,
cuesta explicar. Sobre todo si uno no es sienés.
Y yo no lo soy.
He aquí una de ellas, que describo en los siguientes versos…

El río silencioso

El río lleno de agua,
termina su carrera en el mar
o afluente en un lago para entrar,
emisor para salir
y continuar al final
hacia la extensión salada
del agua marina.
Aunque quisiera no hacer ruido,
ese movimiento produce siempre
un cierto fragor.

Observo esa riada de gente
bajar “al valle” al Campo
dentro de la Plaza.
No oigo ni un murmullo,
sus miradas hablan
de un silencio que no puedo
ni sé explicar.
Es atronador no oír
ni siquiera el zumbido
de las moscas volando
mientras en la Conca
llega más gente, toda
más que religiosamente silenciosa.

Cada uno envuelto en su estandarte,
pero una cosa tienen en común:
las mismas palabras en los ojos
dictadas por los latidos de los corazones,
también palpitantes
por los colores singulares
de cada Contrada.

La espera vuelve el aire
afilado como una espada cortante,
pero todavía no sé,
no puedo ni jamás podré saber
lo que pasa en el corazón y en la mente
de cada sienés y contradaiolo.
Puedo limitarme solo a mirar,
observando y respetando
de forma callada
su acolchado silencio,
hasta que salen
los caballos del Entrone
del Palacio Comunal
con los jinetes a recoger el látigo
y oír el estallido del mortero.

El Palio es de los sieneses
y con el fragor de la Plaza
ahora intuyo el porqué
de todo ese recato,
teniendo la certeza
de que el escalofrío
que me ha atravesado el cuerpo
fue para mí un momento,
pero para quien nació en Siena
es un fundamento obligatorio.

Florencia, 1/7/2021 a las 19:22



Imagen: Gabriele Forti

https://www.gabrieleforti.it/